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1. Máquinas reactivas
Las
máquinas reactivas son aquellos sistemas dotados de la más primitiva
inteligencia artificial. Son máquinas capaces de imitar la habilidad mental
humana de responder a estímulos, pero no disponen de la capacidad de aprender. En otras
palabras, no pueden utilizar la experiencia previa para desarrollar respuestas
más eficaces. Un ejemplo sería la famosa Deep Blue de IBM, una máquina reactiva que, en
1997, fue capaz de ganar en una partida de ajedrez a Garry Kasparov, el Gran
Maestro del ajedrez.
2. Teoría de la Mente
La Teoría
de la Mente es un concepto que todavía no está implementado pero en el que se
está trabajando, pues es el siguiente nivel de la inteligencia artificial. Un
sistema con este nivel sería capaz de comprender aquellas entidades con las que
interactúa al poder interpretar información tan compleja y subjetiva como las
necesidades, las creencias, los pensamientos e incluso las emociones. Serán máquinas capaces de
entender a los humanos. En otras palabras, estaremos ante una
inteligencia emocional artificial.
3. Máquinas autoconscientes
De acuerdo
a los especialistas, este sería el último nivel de la inteligencia artificial.
Cuando las máquinas fueran conscientes de su propia existencia, la inteligencia
artificial habría llegado a su pico, pues el sistema tendría emociones, necesidades e incluso deseos.
Y aquí entran los escenarios apocalípticos. ¿Y si esta máquina tuviera el deseo
de aniquilarnos? Sea como sea, estamos a décadas (e incluso cientos de años) de
tener la tecnología necesaria para crear sistemas conscientes de ellos mismos.
La autoconsciencia artificial es, por ahora, un concepto hipotético.
4. Memoria limitada
Las
máquinas de memoria limitada son aquellas que tienen las capacidades de
responder a estímulos de las máquinas reactivas, pero añadimos un componente
importantísimo: el aprendizaje. Los sistemas con esta inteligencia
artificial son
capaces de aprender de las acciones para así memorizar
formas efectivas de responder a determinadas situaciones. La inteligencia
artificial que nos rodea es de este tipo. Desde los algoritmos de Google hasta
los coches que se conducen solos.
5. Inteligencia artificial estrecha
Más
conocida por su nombre en inglés, Artificial
Narrow Intelligence (NAI), la inteligencia artificial estrecha
hace referencia a todos aquellos sistemas computacionales que, a pesar de que
imitan las capacidades humanas, están diseñados para realizar únicamente una tarea específica.
No pueden hacer nada más que aquello para lo que están programados. Tienen un
rango muy estrecho de actividad, de ahí su nombre. Por ahora, toda la
inteligencia artificial implementada en el mundo es de este tipo.
6. Inteligencia artificial general
Más
conocida también por su nombre en inglés, Artificial General Intelligence (AGI), la
inteligencia artificial general será (todavía no se ha desarrollado) una forma
de inteligencia artificial que permitirá a las máquinas formar conexiones entre
distintas actividades. Podrá
aprender, comprender, actuar y percibir el medio igual que un ser humano.
No estarán limitadas a una sola actividad, sino que podrán imitar nuestras
habilidades para aprender de todo. Con entrenamiento, una inteligencia
artificial general podrá incrementar cada vez más su rango de acción.
7. Superinteligencia artificial
Otro
concepto hipotético. Con la superinteligencia artificial, más conocida
como Artificial superintelligence (ASI),
las máquinas no solo imitarán la forma de pensar de los seres humanos, sino que
se convertirán, de largo, en el sistema más inteligente en la faz de la Tierra.
Serán mejores que nosotros en absolutamente todo. Aprenderán de todo a una
velocidad inimaginable y se abrirá la puerta a la singularidad;
una situación en la que la inteligencia artificial pasará por una explosión
intelectual en la que ella misma generará cada vez máquinas más potentes. Y así
sucesivamente hasta quién sabe dónde. Un escenario realmente aterrador que, por
suerte, está lejos de materializarse.
8. Sistemas que actúan como humanos
Los
sistemas que actúan como humanos son todos aquellos sistemas que no imitan nuestra forma de
pensar, sino la de comportarnos. No se busca que desarrollen
complejas habilidades cognitivas, sino que hagan acciones mecánicas de forma
más efectiva que nosotros. Los robots son un claro ejemplo de ello.
9. Sistemas que piensan como humanos
Los
sistemas que piensan como humanos son todos aquellos sistemas que sí imitan nuestra forma de pensar.
Esta inteligencia artificial está dotada de algoritmos que le permiten
aprender, memorizar, tomar decisiones y resolver problemas. Es la forma de
inteligencia artificial más frecuente.
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